Ilusión mortal

Prólogo: literatura de narración en tercera persona, en la cual se narra la situación de la juventud en la década de los años 80.El desastre que miles de familias sufrieron a causa de la heroina en los años 80—90. Relató y personajes ficticios, cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia, aunque por la huella que dejó en España la heroina muchas personas pueden verse reflejadas en la situación de la época pasada. ( los jóvenes de menos de 25 años,no tienen idea real de lo sucedido en España en los años de transición).

Después de cuatro años de intensa relación de planes en común tratando de forjar un futuro con esperanza y ilusión, cuando menos lo podía esperar de manera incongruente, sin motivo aparente, incompresible para Adrián el que se lo había entregado todo, sus ganas, su trabajo prometedor, su constancia por mejorar, todo quedó destruido disuelto a la nada por una decisión arbitraria de M.ª Luisa.

Adrián conoció a M.ª Luisa cuando él dio por terminada su estancia de ocho años en » Los Boliches » una localidad de Fuengirola (Málaga ), llegó al lugar con 15 años, por entonces era un chaval activo, inquieto con muchas ganas de aprender y formarse para ser un buen profesional. Corrían los años setenta, el boom turístico de la Costa del sol, Marbella se convertiría en centro de ocio y negocios de la Jet-set y todos los pueblos costeros crecían en un auge sin igual, la apertura de España al mundo estaba comenzándose a construir, eran los últimos años del dictador y se volvió benévolo y visionario turístico, estaba ‘ prefabricando’ la transición española.

Poco antes de comenzar la década de los 80 Adrián decidió volver a sus orígenes, a su ciudad, al barrio que lo vio nacer, su Macarena, en Sevilla así lo tenía pensado y sin más con su flamante coche recién comprado emprendió el regreso.

A los pocos meses de llegar a su barrio Adrián a través de su amigo Nacho concedería a la que sería el primer gran amor de su vida, todo resultó rápido, una mirada de complicidad, una conversación y a los pocos días decidieron salir juntos como pareja, una relación algo atípica pues Adrián no entraba en casa de M.ª Luisa, aunque los padres y hermanos de ella conocían de la relación nunca subía a casa de M.ª Luisa debido a que el padre de ella no aceptaba tal relación, decía de Adrián que era un gamberrete pus venia de un sitio donde había muchos extranjeros y además con coche. Estos razonamientos del padre, debido a la época en que se desarrolla la acción y la diferencia social entre los lugares descritos, según él era un tipo de » mala vida» . En cierta ocasión Adrián se encontró con Pedro el padre de su prometida en un lugar a las afueras de la ciudad, una venta en la cual hizo una parada camino de Cazalla de la Sierra, le extraño verlo allí y lo notó algo raro, incluso saludó a Adrián esto le extraño, al cercarse a saludarlo vio que sonreía, tenía los ojos desnivelados, y al reír los entornaba hasta convertirlos en dos rayitas lo que le daba una expresión de malicia y oriental, su sonrisa le levantaba la comisura de los labios hacia arriba, y su cara tomaba un aire satírico y tenebroso, se encontraba ebrio, por tal razón lo saludó, incluso lo invitó a tomar una copa.

M.ª Luisa contaba por aquel entonces con dieciocho años ( en aquella época la mayoría de edad estaba establecida a los veintiún años) por lo cual, ese era el motivo por el que Adrián y M.ª Luisa no podían irse a vivir juntos, caso contrario, podrían tener problemas con Tino el padre de la susodicha, pasado unos años, no demasiados Tino falleció a causa de un fallo hepatico debido a su alcoholismo.

Habían pasado unos seis meses cuando una amiga de M.ª Luisa, Elisa le propuso compartir una vivienda que su novio Rafa y ella tenían alquilada tras el Arco de La Macarena («costalero a tu costal, y llénalo de azucenas cuando por el arco va, que es la virgen Macarena la que va a pasar»)para sus encuentros,sus citas amorosas y estar tranquilos en días desapacibles, vivienda antigua, lúgubre, rancia con olor a madera, en cierto modo tenía su encanto, dos parejas jóvenes en un lugar arcaico el cual una vez dentro parecían transportados a otra época, al medievo. Constaba de dos habitaciones, una de ellas tenía una cama con dosel, consola Isabelina y una réplica de una pintura de Salvador Dali «muchacha en la ventana» pintado en 1925, la segunda habitación era más simple, pero tenía unas litografías( procedimiento de impresión creado en 1929 hoy en desuso) que llamaban la atención eran psicodélicas, extravagantes algunas rozaban lo irracional, una cama de matrimonio cuyo colchón era bastante mullido, te hundías en el nada más tumbarte, dos mesitas de noche y una ventana que daba a un patio interior en el cual los dueños tenían un pollino y una cabra, los cuales parecían ser Platero y la cabra de la legión por cómo los trataba su dueño.
Rafa le entregó una copia de las llaves a Adrián, se diero un apretón de manos y sellaron su amistad con un abrazo.

Así de esta forma floreció una relación pasional, sin cortapisas, sin secretos como dos potrillos salvajes, trotando y galopando a su libre albedrío, la edad así lo requería, por aquel entonces M.ª Luisa contaba con 19 años,Adrián 23, estaban pletóricos se amaban, eran confidentes, novios, amantes lo eran todo el uno para el otro.
Adrián quedó tocado, aún estaba en trance, que podía haber ocurrido para una reacción tan arbitraría,que sucedió, si al menos se hubiese atrevido a dialogar con el, una explicación, un por qué….la incertidumbre le machacaba el cerebro. Adrián cayó en una depresión minimizada gracias a sus amigos, sobre todo los de siempre de toda la vida » el Salva, el Juaquí, el Rafa…,etc., gracias a ellos y a su juventud poco después comenzaría a recuperarse del dolor producido en su alma, su corazón y su mente, se sobrepuso y aunque la tenía siempre presente en su corazón y mente procuraba no exteriorizarlo, solo le queda una duda que le oprimía el corazón ¿porqué? no encontraba explicación y los hermanos de M.ª Luisa nada le decían, solo evasivas, tenían un dramático motivo para callar.
Hasta que un día un conocido del barrio que andaba siempre trapicheando, menudencias de robos y «camellito» de poca monta se le acercó y le espetó sin más,’tío’ tengo que hablar contigo — ¿ conmigo, que tienes tú que decirme? a Adrián aquello le extraño, se puso en guardia no se fiaba de Lucas un sin techo desgraciado, maloliente y desagradable nunca lo trataba y por eso quedó extrañado — quiero hablarte de M.ª Luisa de tu ex,— esa noticia sorprendió a Adrián ¿ qué tenía que comentarle tal tipo? — Que puedes tu decirme de mi M.ª Luisa, venga ¡dime! al grano, que sabes tú de ella, porque me la nombras, de que la conoce un tío como tú— Adrián se encontraba alterado casi fuera de sí, Lucas retrocedió tres pasos se puso en guardia, era enclenque y las drogas lo tenían demasiado alicaído al contrario que Adrián un chaval alto y en forma
— mira, tío yo no he venido a buscar jarana solo avisarte, te dejo porque conoció a un pequeño traficante de drogas de aquí cerca, quería volar alto y ahora está atrapada por la heroina,la ilusionó con otra vida, quitarla de trabajar, viajes…solo eso, avisarte — Aquella noticia dejó anonadado a Adrián fuera de sí, fuera de lugar, no se lo podía creer, ahora comprendía por qué no habló con el, estaba atrapada. — Dime dónde se encuentra M.ª Luisa o te juro
¡qué te mato!quien es el mal nacido que le facilitado la droga¡ Para qué dijo Lucas retrocediendo, ya nada puedes hacer, el traficante está preso y ella a veinte días de dar a luz, y diciendo esto se subió a una vieja bicicleta Orbea y salió como si lo persiguiese el diablo, a escape.
Adrián quedó cabizbajo la tristeza lo invadió, ahora se lo explicaba todo,para el aún era irreal lo tenía que ver con sus propios ojos.Dias más tarde decidió introducirse en lugares donde el trapicheo y venta de drogas estaba a la orden del día, se hizo pasar por consumidor, buscaba a M.ª Luisa, la encontró en un estado deplorable, delgada pálida y ciertamente embarazada,nada pudo hacer, sus esfuerzos fueron en vano, lo único que podía hacer era hablar con Carmen, la hermana para que le diese cobijo, así lo hizo y por suerte hasta que tuvo lugar el parto todo fue desarrollándose normalmente, eso sí, la adiccion nunca la dejaría, al poco se enteró que el traficante había muerto víctima de su propio negocio, una sobre dosis letal de heroina, esa noticia alivió en parte a Adrián aunque el daño ya estaba hecho.
M.ª Luisa probó la heroína a los 19 años. Corría la década de los 80. Era una joven atractiva, quizás un poco nerviosa, y tenía una familia que la quería,todo un futuro por delante, Y un día conoció a quien nunca debió conocer y quedó esclavizada para siempre entre las “amables garras” de la droga, esa fue su perdición,como en tantas otras tragedias,todo comenzó ausentándose de casa, después comenzaron las mentiras, las escapadas clandestinas y los robos de dinero, incluso a su propia familia.

La juerga terminó bien entrada la madrugada, Adrián y sus amigos lo pasaron bien esa noche, poco apoco se recuperaba gracias al apoyo de los suyos y de sus mejores amigos,a las siete de la mañana de un sábado del mes de Mayo del 82 los cinco se encontraban durmiendo a pierna suelta en un piso que tenía Manuel, en realidad de sus padres, pero estos tenían un negocio con vivienda en un pueblo cercano y normalmente no acudían, Manuel vivía en el por la cercanía del trabajo, en una conocida fábrica de cristales.
Eran las dice del mediodía cuando Adrián a voces y palmas llamaba a toso
¡venga, gandules! les gritaba, es hora de comprar unos «bocatas» y darnos un baño, nos vamos al lago de los hippy —te has vuelto loco, bramó Juaquí ¿ahora?— si ahora contestó Adrián, vamos allí estará la plebe lo pasaremos bien y por la tarde nos iremos al Copacabana a bailar, y porque no a ligar que es sábado.
El lago de los hippy era una especie de lago artificial creado a partir de la extracción de áridos y arenas para abastecer las plantas de fabricación de hormigón, las maquinarias extraían hasta que brotaba el agua por la cercanía del río Guadalquivir, de esa forma se formaba un gigantesco agujero en forma de lago para delicia de la chavalería de las zonas cercanas.— por aquel entonces aparecieron las primeras piscinas públicas y privadas en esas zonas— volvieron al barrio bien entrada la tarde, dispuestos a continuar de marcha en el Copacaba, cada uno acudió a su casa a «maquearse» ( así se decía a ponerse «guapo») así, a las nueve de la noche quedaron los cinco amigos, antes fueron a una venta a cenar para paliar con el estómago lleno las nebulosas que produce el alcohol, si bien eran moderados en su consumo. Al llegar al pueblo donde estaba la discoteca se encontraron con otros conocidos del lugar entre saludos y risas pasaban a la acción la de salir con alguna chica, por aquel entonces se creaban distintos bandos » el bando del quemáo, el bando del barrio, el de pueblo, el del trompeta….etc.,entre ellos existía el clásico pique por salir con tal o cual chica y más de una vez algunos salían a tortazo limpio, hasta que acudia la benemérita y ponía orden y concierto, cada una para su casa, se acabó la juerga.
En una ocasión, en la cual no estaba presente a un conocido de Adrián llegaron a darle un pinchazo con una navaja. Aquella situación no le gustaba por lo que con el tiempo dejo de ir, se dedicaría en sus ratos de ocio, así lo acordó con sus amigos, a acudir a Lagos, de camping y playas pues disponía de vehículo.
Con el tiempo que todo lo cura ( y todo lo mata) terminó por olvidar a M.ª Luisa la cual vio en un par de ocasiones después de dar a luz,incluso esta llegó a proponerle salir de nuevo, él no acepto porque ella en su deplorable estado se negaba a dejar las drogas o mentía para atraerlo, pero no volvieron nunca más a salir juntos. Al cabo de los años, rondaría M.ª los 38-40 años un fallo multiorgánico acabó con su vida, la heroina la mato, como a tantos miles en España en los años 80,transición y drogas, huelgas generales, huelgas de mineros, huelgas por todos sitios, movimientos sociales inconformistas y » el maldito caballo» la heroina la reina del oasis Ilusorio.
Pasado unos años Adrián conocería a una chica a la cual le había echado el ojo, le gustaba, era guapa, rubia y simpática, con el tiempo se convertiría en su mujer, pero eso es otra historia.
Aquellos años los barrios periféricos construidos para albergar a obreros escapando de sus pueblos a causa de la industrialización y el éxodo rural, trajo consigo también los denominados grupos «quinquis» jóvenes desorientados excluidos por los burgueses y el franquismo a vivir hacinados y sin recursos en los llamados pisos dormitorios, así como los movimientos hippy de carácter contracultural y juvenil, surgido en los Estados Unidos de América en la década de 1960 y caracterizado por su pacifismo y su actitud inconformista hacia las estructuras sociales vigentes.
Esperemos que la historia no se repita, aunque dicen que el tiempo tiene memoria.

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