El enano de la venta

Hace unos años, volvía de Figueras — al norte de la provincia de Gerona— hacia Sevilla. Volvía a mi tierra después de una semana laboral relacionado con «Terra Mágica » conduje durante cinco horas hasta llegar a Valencia, son 480 Km. los que separan ambas ciudades, solo efectúe una parada en una estación de servicio para repostar y tomar un café, continúe conduciendo, pase por Valencia y decidí continuar hasta Peñiscola, lugar encantador, pensaba alojarme en un hotel 5***** como faltaban aun muchas horas hasta el día siguiente me alojé en un sitio más familiar con menos abolengo, elegí una pensión, Casa Juanita, lugar familiar y acogedor con muchas historias entre sus muros.

Una vez situado en la habitación N.°25 de la calle escuela en Peñiscola, bajé al salón a tomar algo, leer la prensa y relajarme era un lugar acogedor y familiar, en la mesa de al lado, estaba sentada una señora la cual rondaba los 50 años, bien parecida y elegante, tomaba un té con unas pastas mientras leía una revista de moda actual, de la época, me miró y le sonreí, buenas tardes me dijo, es la primera vez que le veo por aquí ¿ cierto ? — así es, conteste, vengo de paso, mañana retomo mi viaje hacia Sevilla, y Ud. es de por aquí, pregunté— llevo seis años aquí, pero que casualidad, también soy de Sevilla, venga, siéntese y charlemos, cuénteme cosas de nuestra tierra, con mucho gusto, dije, me senté junto a la señora, la saludé entendiendo mi mano, un placer mi nombre es Alfredo, el mío Lola, dijo la señora, su forma de expresarse, su educación su elegancia en el vestir y las formas, decían de ella que es una mujer de mundo, expresiva y luchadora.

Después de ponerle al día sobre la ciudad de Sevilla entre risas, nostalgia y alguna que otra lágrima por lejanos recuerdos, le dije, ahora le toca a Ud. Lola, cuénteme que hace por estos lares una sevillana, dígame. —Es largo de contar, no me hables de Ud. por favor, llámame Lola, sin más, de tu,Alfredo—

Verás hace unos años, ya desparecido mi marido  — lo siento, la interrumpí, no es mi intención recordarle malos momentos,¿que ocurrió ?no se preocupe, ya pasó, simplemente desapareció, decía Lola mientras se cercioraba que la escuchaban,  no me afecta  nada, ya sufrí lo mío, ahora toca vivir la vida, como le iba contando, yo trabajaba en una venta de cocinera, a  unos 60 Km. de Sevilla, en la sierra norte, así que salía por la mañana y volvía por la noche a casa, excepto el lunes que descansaba, no es que trabajará todas las horas, simplemente me quedaba allí, en el pueblo más cercano o en la misma venta para no andar todo el día carretera arriba y abajo, allí acudia todos los fines de semana a comer un Sr. bajito, rechoncho y con mala espina, acudia con su mujer una Sra. rechoncha también, con un culo como un pandero de grande, la cual andaba como los patos, imagino que por el peso del trasero, ambos con cara de pito, nunca reían, eso sí comían y bebían como diez, sobre todo el rechoncho señor, pues bien Alberto este Sr, aprovechó la ocasión que su Santa señora fue corriendo al WC; según le dijo al marido se le soltó el vientre, sería de tanto comer, porque su boca era un socavón cada vez que engullía, pues le dijo al dueño de la venta que quería felicitarme, me acerqué a la mesa y el muy cerdo, lo primero que me dijo — eres muy guapa, relamiendo un muslo de pollo— déjese de cuentos y dígame qué quiere, nada, contestó , solo felicitarte por lo bien que guisas, dijo mientras bebía de un sorbo un vaso de vino, ya se habían bebido dos botellas, sobre todo el gordo, un día voy a venir solo y te voy a invitar al cine del pueblo, me dijo, me alejé de la mesa rauda cagandome en su puta madre entre labios, no le dije nada al dueño por temor, pues el tipo al parecer era muy amigo del dueño de la venta, la cual tenía una inmensa Parra en la trasera del local, a la cual subía el rechoncho cuando tomaba dos copas de más, a este señor se le conocía en el lugar y alrededores con el apodo de » el enano de la venta » al parecer cuando tomaba una copa de más,  a veces sin copas, profería bravatas, amenazas y insultos los cuales nunca cumplía pues no tenía, ni tiene media » guantá» decía Lola sin parar de hablar— eso que cuentas es increíble, Lola— y mucho más Alfredo, ahí es nada, como yo no le hacía ni puñetero caso, el susodicho enano, me atosigaba, me perseguía, escribía notas y las dejaba en los lugares más insospechados, profiriendo injurias y otras sandeces, contaba falsedades a los conocidos, se hacía la víctima, incluso llegó a decir que yo, cuando lo veía solo, le cogia el culo y le decía  ¡ay mi maricon!…..una odisea Alberto, se dedicaba a levantar bulos sobre mi, estaba cegado, enfermo diría, se hacía pasar por el agente’07. así que después de años aguantando las sandeces del enigmático señor, decidí vender mi casa y comenzar una nueva vida lejos de la pesadilla, lejos del descarado, prepotente enano de la venta.

¡Qué horror ! Dijo una señora mayor sentada en la mesa de al lado — Sorry, si he metido la oreja señores, pero  es que yo tuve un novio pequeñito, ingles para más señas, calvete y barrigón ¡ ha tenido Ud.que pasar un infierno! decía la señora—

Usted también, señora, por lo que dice del barriga, comentó Lola — Ande, ande dijo la señora con flema inglesa, yo cuando me cansé de él le di un empujón y lo tiré al Támesis, me casé con él para hartarme de reír, yo solo respeté a mi primer marido, Sir Artur Wallace, millonario a más no poder, con 30 años quedé viuda, con dos hijos, Leidy y Sir, podrida de millones y ahora los hombres los uso para reírme de ellos, niño chupame el dedo gordo del pie, dame un beso en el trasero, ya está bien de machismo, yo utilizo el » mujerismo » que me va muy bien, pero eso es otra historia, señora Lola, concluyó la señora mayor.

—Lola lo que cuentas es asqueroso, una pesadilla, no lo puedo creer ¿ No denunciaste, no te vengaste ? es para partirle todos los dientes, como poco al gocho— decía Alfredo alterado.

El canalla, tenía contactos en algunas dependencias públicas y movía los hilos solicitando favores, además de ser » un majura» con voz de pito, vamos que en vez de mantener un diálogo por la voz, esta parecía que le salía del culo, el muy maricón ( con todos los respetos al colectivo gay ) parecía que peía en vez de hablar, voz de lastima, de hiena asustada cuando quería convencer a las mujeres, un auténtico sicópata, un amargado, un don nadie a pesar de esforzarse por dársela de ‘sabementodo’ era un simple ignorante.

Todo lo que narras es sorprendente, Lola. Sabes, llevamos tres horas hablando, son las Díez y media de la noche, te apetece cenar, te invito; de acuerdo Alfredo, cenemos pues.

Salimos de la pensión hacia el centro de Peñiscola, era el mes de septiembre, las fiestas patronales, todo era un bullicio de alegría, me fijé en el cartel de un restaurante del centro de la ciudad » Tío Pepe » entramos, solicito, el camarero nos atendió raudo, elegante y educado, es un buen lugar para comer, precios acorde con la calidad, 35-50 € por persona. Estábamos acomodados en una mesa junto a la ventana, cenamos, paella, pulpo y de postre un » pijama » así es conocido por mí ese postre, compuesto de tres bolas de helado de diferentes sabores, medio plátano cortado a lo largo, nata montada y chocolate derretido, adornado con un mini paraguas y otros confetis, riquísimo.

Lola estaba encantada y disfrutaba con la cena. Cuéntame algo sobre ti, Alfredo, dime tienes pareja, hijos……..no pareces mayor que yo, dime.

Que te cuento, tengo 52 años, soltero, sin hijos y dispuesto a vivir la vida, trabajo como director de marketing de una importante multinacional, mi pasión, los coches y las bellas cosas de la vida— no tienes pareja, preguntó Lola— no Lola, una pareja te ata, tiene responsabilidades, ya tendré tiempo. Tiempo dices, sonrió Lola, con tu edad va siendo hora, como sigas así terminaras en el programa de » Juan y medio «jajaja, reía Lola.

Salimos del restaurante y paseamos por las calles de Peñiscola en fiestas, habíamos tomado unas copitas, estábamos alegres. Una lastima tengas que irte mañana Alfredo. Sabes que, dije mientras sacaba el móvil del bolsillo,me quedo unos días más, di unas instrucciones por teléfono a mi secretaria ¡ vuelvo el próximo lunes, Srta. Paula, hágase cargo de todo! Me quedo unos días para disfrutar de los festejos, sobre todo de – los Desfiles de Moros i Cristians del más puro estilo levantino y valenciano, coincidiendo con los últimos días de las fiestas Patronales, en los que se pretende recordar aquel septiembre del año 1233, cuando Jaime I llegó a la ciudad y los moros le entregaron la fortaleza sin ningún tipo de lucha. A estos desfiles acude muchísima gente de toda la comarca y turistas que vienen a propósito para verlos, por su gran espectacularidad. En estos desfiles hay caballos, camellos, dromedarios, trabucadas… que hacen que exista una gran similitud con la época que representan.

¡ Me parece fantástico , que bien ! Hoy es Jueves y te quedas hasta el domingo, puedo enseñarte la ciudad Alfredo. Será un placer Lola, creo que llegó  momento de volver a la pensión , son las tres de la madrugada Lola, por cierto ¿tú te alojas allí? No Alfredo, tengo casa cerca del mar, la compre a los pocos días de llegar a Peñiscola, voy a la pensión a tomar té y poco más, me gusta por acogedora. Te acompaño a tu casa Lola, encantada Alfredo y me cogío de la mano riendo, tengo una habitación libre, podías quedarte estos días en mi casa, de todas formas pagaste la pensión de una noche, está bien, vayamos allí por mis cosas Lola.

Un apartamento muy acogedor Lola, con mucho gusto y elegante, todo muy bien dispuesto. Gracias, ponte cómodo ¿quieres tomar algo? Mejor no, estoy cansado, mañana saldremos a desayunar y conocer la ciudad. De acuerdo, esa es la habitación, nos dimos un beso en la mejilla, buenas noches Alfredo; buenos días más bien, dije riendo.

Desperté ya avanzada la mañana, junto a mí se encontraba Lola, dormida, con un camisón carmesí transparente, preciosa, no llevaba sujetador, a pesar de contar con casi 50 años estaba magnífica, exuberante. No recuerdo más que quedé dormido rápidamente, debido al cansancio y alguna copa de más, la miré embelesado y la besé en el cuello, ella ronroneo, que haces aquí, le pregunté — dormir me contestó en un suspiro, acurrucame, anda — comenzé a acariciarla suave, la espalda, cuello…..besos y, pasó lo que pasa entre un hombre y una mujer cuando se despiertan  los sentimientos y la lujuria, el deseo.

Eran las cuatro de la tarde, cuando llamaron a la puerta; quién será, dijo Lola, no espero a nadie, jajaja rei, una sorpresa, no te preocupes. Llamé a un restaurante de servicio a domicilio, un buen almuerzo nos vendrá de perillas* entre charla y bocado debatimos sobre la actualidad social, al anochecer salimos de nuevo a festejarlo, teníamos razones sobradas para  festejar nuestro » triunfo » rondamos durante el fin de semana por distintos lugares, entablamos conversación con lugareños y forasteros, incluso cenamos con una pareja  que llegó de Murcia para ver los festejos, un matrimonio agradable y muy educados, él secretario de un importante juez, ella abogada de reconocido prestigio, nos facilitaron sus teléfonos para otra ocasión, Lola contó lo mal que lo había pasado debido al acoso del enano, el juez dijo que era increíble que tomaría cartas en el asunto, le di las gracias en mi nombre y en el de Lola, nos solicitó el nombre del enano energumeno, Avelino Pito Fino, apodado el enano de la venta, para más señas. El magistrado sacó su smarphone de la americana y dijo medio gritando; Ortega, póngase en contacto con el comisario jefe de  Oriente, Occidente y si hace falta, solicite la colaboración de » Trump» y de la CÍA, si nos es suficiente, avisen a Pepe Gotera y Otilio, lo que haga falta, busquen y capturen a Avelino Pito Fino, alias el enano de la venta, finalizó, téngame al tanto Ortega, se juega la cabeza y los huevos si hace falta……. Es incompresible, me ha impactado su historia Lola, Ortega es el comisario jefe de Murcia, cuénteme, como se han conocido ustedes. Nos acabamos de conocer señoría, – llamamé Justiniano, Alfredo por favor, por mi nombre y tutéame — como Ud. ordene Sr. Juez, perdón , Justiniano, como guste y Ud. señora ¿ como se llama? Libertina mi mujer Libertina Alfredo ¿a que es hermosa?

Demasiado hermosa pensé, rondaba Libertina los 30 años y Justiniano, unos 55 años, sí que lo es le dije, eres muy guapa, gracias Alfredo, dijo guiñándome un ojo. Además , soltó  de sopetón Lola, dicen que el enano en sus fechorías, enviaba misivas a mujeres tratando de ganar su confianza, cuentan que es un amargado, impotente y cochambroso, incluso trata a los currantes de gusanos— Pero vamos, grito Justiniano, ese tío es asqueroso, un baboso ¡ camarero! traiga una mariscada para cuatro, vino del Penedes y avise a aquellos músicos que vengan a tocarnos algo, dele una buena propina y páselo a i cuenta, que no decaiga la fiesta, que Franco ya está muerto leñe — Como le iba contando Justinian, a Lola la conocí ayer, hacemos buenas migas, nos compenetramos a la perfección ; ah que son ustedes amigos, dijo el juez ¿ambos solteros? No Justiniano, yo soy «viuda» de desaparecido, Alfredo es soltero. Como es eso, viuda de desaparecido, no entiendo ¿su marido no está muerto? No, desapareció un día sin más, dijo que iba a por cigarros y no volvió, ya hace siete años, quizás fue a por habanos a Cuba y se quedo para el sepelio de Fidel, Castro quiero decir. jajajaja se carcajeaba Libertina, hay que me troncho, berroncho jajajaja hay que cosas tienes Lola. Como no se sabe dónde está, pues no puedo volver a casarme hasta que no lo den por muerto, fíjese que plan Justiniano, un dolor me oprime el pecho — por la pérdida, preguntó Libertina — no porque no puedo cobrar el seguro ni la pensión mientras no aparezca o se de oficialmente por muerto, dijo Lola, bueno eso no te impide tener relaciones con otro hombre, no estarás a dieta jajajaja el conejo hay que alimentarlo. ¡ camarero otra del Penedes ! esta vez rosado y un par de docenas de ostras haber si se nos levanta la libido — Libertina, por favor, guarda las composturas — si cariño estaba de broma, eres mi morritos dijo mientras le cojía la barbilla y le estampaba unos morros a Justiniano, con eso se le caía la baba, no era para menos, es un bombón una mujer con dos pares de ovarios.

Después de la cena acudieron a un festejo tradicional, estaban contentos y felices, fueron saludados por el alcalde, el médico, el farmacéutico……todas leas autoridades políticas y sociales del lugar, Justiniano gustaba de pasar allí sus vacaciones y era muy valorado por la gente del lugar, alardeaba de ser justo y independiente y así era según todos los indicios de cómo era tratado.

Sobre las dice de la noche Justiniano, recibió una llamada de Ortega, el comisario.Jefe, me acaba de llamar Soriano, el comisario de la zona oriental, que dice que el enano está muerto — como que muerto, decía Justiniano— si jefe despeñado, se ha caído por un barranco con su coche en la sierra norte, al llegar al fondo explosionó no ha quedado del enano nada, solo huesos, la autopsia la tuvieron que hacer en una cucharilla de café.

¡Cuando ha sido eso Ortega! hace tres años Jefe, al parecer la curva la cogió  recta, no había frenada, el forense dice que se quedo dormido, no pudo hacer prueba del alcohol porque no había sangre, al coger uno de los huesos salió un líquido marrón oscuro, una vez analizado era ron con cocacola o sea que se quedo dormido borracho, según la versión oficial. Gracias Ortega, tómese algo de mi parte, se despidió Justiniano del comisario.

Tengo que daros una noticia decía Justiniano mientras se ponía de pie, se dirigió al centro de la plaza en la cual se encontraban los músicos,  y cogiendo el micrófono de estos, pronunció : Señor alcalde, señores ediles, vecinas, vecinos, público en general, acaban de comunicarme que el enano de la venta está muerto, Díos le dio su merecido, se acabaron sus fechorías las damas, pueden quedar tranquilas ¡ vamos ha celebrarlo, el alcalde paga!  el alcalde cambio de color, la plaza estaba a reventar de público, cómo iba a pagar todo eso gastos………… ¡ sirve a todo el mundo , Nikolas! Ya lo pagaré de las arcas municipales, en el concepto, otros gastos, pensó.

Lola, Alfredo y Libertina, reían y se abrazaban, Justiniano andaba saltando entre grupo y grupo dando parabienes y algún que otro puro habano, estarás contenta Lola, decía Libertina mientras guiñaba un ojo a Alfredo, este reía y pensaba que Libertina tendría un tic en el ojo, se acercó a ella con un pañuelo blanco, impoluto, deja Libertina que te miro el ojo. Asombrada le dijó ¡ el ojo, para que ! anda ven, lo abrazó y le soltó dos besos uno por mejilla jajajaja eres un pillín.

A la mañana siguiente, ya sábado, Alfredo se despertó a las doce del mediodía, mientras tomaba un café y miraba por la ventana, pensaba en todos los hechos acaecidos, pensaba en Lola, en su viaje a Houston hace tres años someterse a un cambio de imagen muy sostificado a cargo de dos eminentes  doctores especialistas en la materia, para no entrar en superfluos detalles obviemos el tema, Alfredo, no era Alfredo, era la misma persona con una imagen nueva, solo lo reconocía su esposa y esta era Lola, su supuesta recién conocida a ojos de todo el mundo, todo había salido a la perfección, como lo planearon durante años, ni una pista, ni una huella.

A las tres de la tarde sonó el móvil ¡ diga ! Hola Alfredo que tal baje, al paseo marítimo con Lola, vamos a almorzar, decía Justiniano al otro lado de las ondas. Un placer, ahora mismo bajamos.

Pasamos una tarde de Domingo agradable, entre risas, festejos y unas cuantas copas. Adrede Alfredo retomó la muerte de Avelino Pito fino » amiga » Lola estarás contenta por la desaparición de Avelino, ya no te incordiará más.

— Bueno, tampoco es que desée la muerte de nadie y menos en tan trágicas circunstancias, aunque a veces pensé en liquidarlo y cómo hacerlo—

Cuente, cuente Lola, ya está muerto, puede expresar sus sentimientos sin temor, algunos no merecen otra cosa más que le corten el pito, caso cerrado, caso archivado, muerto el enano se acabo el circo, sentenció Justiniano.. Mientras Libertina y Alfredo debatían amablemente sobre el ambiente reinante, al tanto Libertina se levanto y al hacerlo poso su mano en mi entrepierna guiñando un ojo, bailemos Alfredo, dijo Libertina cogiendome la mano. Con su permiso Justiniano, dije, vaya, vaya disfrute, me contestó, Libertina baila muy bien. ¿ quieres bailar conmigo Lola? Todos comenzamos a bailar en una pista repleta, Libertina se alejaba adrede con Alfredo queriendo perder de vista a Justiniano, este hablaba y hablaba sin parar, contaba casos y más casos, cosas extrañas y llamadas de personalidades, todo referente con el » Aveas Corpus » Lex y asuntos mayores, era un tipo justo.

Libertina y Alfredo anduvieron hasta el parque, en parte arrastrado por esta, me temía lo peor, la ira de Justiniano se desataría, donde me llevas, dije. No te preocupes ya llegamos, allí están las palomas ¡compró un paquete de maíz y un bollo de pan y se puso a darle de comer a las palomas! cuando nos acercamos a la mesa le dijo a Justiniano ¡ ya, pichóncito mío ! A mí me entró un ataque de risa ¡ camarero, una botella de Perpignong ! y unas gambas blancas de Huelva.

Sentaos cachondos dijo. Justi, Lola va a contarnos que le hubiese hecho al maligno hombrecillo sino hubiese  muerto en el precipicio .

Lo espere un día cuando salía con su coche temprano para trabajar ( en presente y primera persona  ) yo estaba en la esquina de la calle, no había nadie, era muy temprano, me vio y freno — tú por aquí, me dijo, hace tres años no te veo, como te va preciosa, donde. vas — a ti qué te importa dije tratando de no poner mucho interés , voy a la sierra norte y tú , dije asomando la cabeza por la ventanilla para que oliese mi perfume y mirase mi escote.

—A trabajar dijo, pero si quieres te llevo hermosa—  bueno, dije porque tengo prisa, abrí la puerta, metí un bolso de viaje pequeño en el asiento trasero y me senté junto al energúmeno, me subí un poco la falda para poner nervioso al enano, y le dije, venga camino de Cazalla, me cercioré que nadie me viese, incluso me agaché bajo la guantera como si buscase algo, esperando salir de la ciudad, a la salida del núcleo urbano, al cambiar de marcha puso su mano en mi  muslo , yo le quite la mano dándole un pellizco   en el cuello, gritó de dolor, le dije, como me toques te corto los huevos.

Cuando llevábamos recorrido unos 50 Km.  A lo lejos vi una arboleda enorme, frondosa, junto a un barranco enorme, le dije, ¡para el coche! que tengo una nesecidad. Te haces pipí, me dijo el tipo, ¡ no, le contesté, voy a cojer caracoles, no te jode! jajajajaja reía el enano. A la vuelta al coche sin que se diese cuenta, saque una pequeña jeringa del bolso de viaje, nos sentamos  en el coche y me dijo, daría cualquier cosa por besarte Lola — que, tienes ganas, pues masturbate guarro, pon el coche allí, bien oculto en la arboleda, cerca del barranco, allí no te verá nadie. — así lo hizo, anda déjame que te bese, decía Pito Fino, me acerqué a él, bésame en el cuello, con repugnancia aguanté el beso del baboso, le toqué la entrepierna y quedó atrapado en mis redes, entonces saqué la jeringuilla y se la clavé en el cuello, al instante quedó paralizado, acababa de introducirle una solución paralizante, no podía mover un solo músculo, se encontraba inmóvil , podía sentir, podía ver pero no se podía mover.

Me tienes intrigado Lola, dijo Justiniano, a dos ascuas ¿ todo eso tenias pensado? Lo cuentas como si hubiese ocurrido en la realidad, sino fueses porque el Sr. Pito Fino está muerto…..continúa Lola, lo narras muy bien.

Agarré el bolso del asiento trasero, mientras le decía sacando unas tenazas , te voy acortar los huevos y no podrás impedirlo, sentirás un horrible dolor pero no te preocupes tengo morfina, no quiero que pierdas el conocimiento, vas a pagar por todo lo que me has hecho sufrir. Me miraba con espanto, horrorizado. Me coloqué unos guantes, le bajé el pantalón  y cogiendole fuertemente los escrotos con una mano, con la otra le agarré un bocado con las tenazas y apreté fuertemente, los ojos se le salían de las órbitas, en ese momento le inyecté morfina y le metí los huevos en la boca.

¡Qué horror, que pavor!gritó Libertina, me encanta que intriga, que capacidad narrativa tienes Lola » Pichoncito» dijo Libertina dirigiéndose a Justiniano, tú que te relacionas con Almodóvar podías hablar con él y hacer una película, creo que podíamos hacer negocios o mejor Santiago Segura y el papel de el enano de la venta podía ser para » chiquito de la Calzada » le viene de perlas, por el físico …..jajajajaja sería un éxito.

Anda déjate de pamplinas, Libertina, aunque pensándolo bien, llevas razón, tiene gancho y no le falta la intriga ni sarcasmo, pero creo que hablaré con mi amigo Alfred Hitchcock, es un género que le viene como anillo al dedo.

Hombre Justiniano, esa producción puede dejar muchos millones, lo suyo es que se quede en España, no en Inglaterra. Llevas razón Avelino, llamaré a Segura, continúa Lola con tu relato.

Después de cortarle los huevos le dije, recuerdas aquel día que……y aquel otro cuando hacías el ganso hasta las cuatro de la madrugada en mi ventana, cucú..cucú…cucú recuerdas como hacías el pato, le dije mientras le tiraba fuerte de la lengua y se la cortaba de un tajo, en sus ojos se veía el horror, el dolor era intenso, volví a inyectarle morfina de nuevo, saqué una botella de dos litros de las de refresco, estaba llena de gasolina, le dije vas ha arder por dentro y por fuera, te quemarás vivo si es que llegas con vida al fondo del barranco, y le vacié  los dos litros de gasolina en la garganta, le coloqué las manos en el volante, los pies en los pedales correspondientes,dejé un cigarro encendido en su boca, giré la llave del contacto y lo dejé caer por el precipicio, el coche dio varias vueltas y al final se escuchó una gran explosión , previamente había sacado el bolso, las herramientas no arden, se deforman, se acercó un coche, subí en el y volvimos a la ciudad, de vuelta pasaban coches de ambulancia, bomberos y policía , al día siguiente, domingo, fui al » charco de la pava» y vendí las tenazas y otros enseres………leí el periódico y en la sección sucesos, decía,  un hombre se precipita en su coche por un barranco, queda en la incógnita de por qué ese día en vez de ir al trabajo, se fue camino de la sierra norte y cayó por el barranco, una explosión no dejo rastro ni indicios de nada, el coche estaba completamente destrozado, el cuerpo, totalmente calcinado, sin rastros, sin huellas, ese sería su destino si no fuese por…….. ¡ bravo, bravo, inconmensurable , una narración  de película, un drama y a la vez una comedia sarcástica, excelente Lola, enhorabuena, esta historia la llevo al cine, como Justiniano que me llamó. Un inciso, dijo ¿quien te recogió de vuelta a la ciudad, en la supuesta venganza? ¿ qué fue de la mujer de Avelino Pito Fino?

No tengo ni idea Justiniano, creo que la casa quedó vacía desde hace unos años, se dice cobró la indemnización del seguro y puede ser que saliera de España. De eso saldremos de duda en unas horas, comentaba Justiniano marcando un número en el móvil ¡ Ortega, llame al comisario de la zona oriental, que mi secretaria le extienda una orden de registro y envíala por fax, que salga raudo a casa del enano de la venta iso-facto ! Téngame al tanto Ortega, ya le regalare dos entradas para que vaya a Isla Mágica con su señora.

Mientras tanto tomemos una copa amigos, esto se pone interesante, no te parece Libertina,Alfredo no dices nada, vamos hombre que ya nos vemos en cartelera.

Yo lo único que digo, es que parece mentira, con los años que hace que murió » Tito Paco» que sucedan estas cosas, coño, parece que Franco y sus compinches aún anda haciendo favores a diestro y siniestro, lo más lúgubre de todos es que aún le lleven rosas. Al cabo de una hora sonó el teléfono de Justiniano, dígame Ortega, que nueva hay.

Justiniano, han entrado en la casa, todo está en perfecto orden, solo que la pared esta empapelada con notas que dicen: El próximo serás tú. no hay huellas ajenas a la familia de Avelino.

Al  día siguiente, nos despedimos con  el compromiso de volver a reunirnos. Justiniano y Libertina, salieron hacia Murcia, yo, junto a Lola, volvimos a Sevilla, al llegar fuimos al precipicio donde el enano de la venta murió y depositamos un ramo de rosas rojas. R.I.P

En primer lugar, lo que aparece en la narración  es un producto social, el resultado de una historia colectiva (con sus tradiciones y convenciones) es el producto psicoanalítico de personas vacías de emociones, insensibles, personajes encubridores de la realidad social que vivimos.
Confundir el ser real con el de ficción implica no sólo un error de identidad sino también una confusión entre la autobiografía (diarios íntimos, cartas, memorias) y la literatura (novelas, cuentos, poesías, dramas). La literatura no es una autobiografía real ni fingida de su autor. Es sólo literatura.

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